Blogia
MIS LOCURAS

Renovando

Renovando

Hace tanto que no escribo en este mi diario virtual, no tengo nada importante que decir tal vez o quizás tengo tanto que ya no quiero decirlo. Sólo sé que publicaré aquí algunas escritos tontos, algunos tontos pensamientos, algunos cosas que me gusten.
La siguiente es la historia de mi gato, hace cinco años que dejé de verlo pero aún lo recuerdo.

ESTO ES PARA JOSHY (aunque los gatos no sepan leer)
A Joshy lo vi cuando tenía dos semanas de nacido, nos vimos y nos quisimos, él se acercó a mí y durmió tranquilamente entre mis brazos mientras sus hermanitos lloraban y arañaban por quedarse con sus dueños, ese día me lo llevé a casa. Joshy era blanco con una mancha gris en la cabeza, también tenía un lunar del que pocos se dieron cuenta, lo tenía en el muslo. Joshy era pequeñísimo ni siquiera abría bien los ojos y no podía comer solo, Joshy tenía que lamer leche de mi dedo para satisfacer su hambre, regresó al siguiente día con su mamá para ser alimentado y yo me moría de ganas que pasara el tiempo para recogerlo, le había colocado ese cinta roja que tiene en el cuello para no confundirlo con su hermano gemelo.
Recuerdas cuando volviste Joshy? tenías un mes y ya podías comer solo, sólo tomabas leche y ahí aprendí lo que es no dormir por atender a alguien. Eras muy engreído Joshy querías tomar tu leche cada dos horas luego jugabas un ratito y dormías, al principio era divertido pero cuando llegó la noche me di cuenta de lo que sería. Ahh Joshy pero me gustaba hacer eso por ti, levantarme en las madrugadas a calentarte tu leche, porque eso sí, llorabas como un recién nacido y no tomabas la leche ni fría ni caliente, tenía que entibiarla justo como tú querías y luego tener que cuidarte y vigilarte que no te perdieras en la casa porque eras muy pequeño y mi casa era muy insegura. Recuerdas que una vez me desperté en la noche y no te encontré en tu cama me diste un susto terrible pensé que no te encontraría pero estabas debajo de mi cama y cuando quisiste regresar a tu caja tu cinta se atasco y casi te ahorcas tú solo, no sabía cómo quitarte la cinta y menos mal que yo estaba allí viéndote, desde ese día te quitaba la cinta por las noches por si te me escapabas. Pero igual quería seguirte hasta en las noches para que no te pasara nada.
Y cuando llegó el fin de semana Joshy?, no te imaginas lo que era tener que esconderte para que mi papá no te viera porque me había dicho muy claro que ya no quería otro gato en la casa. Pero tú eras tan tierno, ¿quién no te querría Joshy?, pero fuiste muy inoportuno, recuerdo que te la pasabas durmiendo todo el día y que ya te había dado tu leche tibia, te dejé en tu caja que metí en mi cuarto para que mi papá no te viera y no te me vayas a escapar, pero justo ese día Joshy, mi papá entró a saludarme y se quedó viendo tele un ratito, no me dio tiempo de meter la caja debajo de mi cama, menos mal que dormías Joshy, acababas de dormir y era cuestión de unos minutos para que él saliera del cuarto, pero no sé porqué levantaste tu cabeza Joshy, como para que te vieran, como para que te conozcan, para hacer notar tu presencia. Mi papá se molestó conmigo por tu culpa Joshy, pero se le pasó rápido, luego quiso conocerte y lo conquistaste con tus juegos y tu tierna presencia, ¿a quién no podrías gustarle?, conquistaste a toda la familia. Recuerdas cuando creciste un poco y pudiste trepar a mi cama?, te dormías por mi cuello porque allí encontrabas calor y cómo se enojaba mi mamá cuando te encontraba conmigo. Recuerdas la vez en que no te encontró porque te echaste por mis pies para que no te saque de mi cama?. Ahhh Joshylin aún recuerdo esos ojitos tuyos que me hacían adorarte. Recuerdo cuando aprendiste que a las siete de la mañana llegaba la señora trayendo la leche para ti y que maullabas en la puerta y acompañabas a mi mamá a recoger tu leche, a veces metías tus bigotes en la olla jajaja qué travieso eras Joshy. Recuerdo la vez en que mi mamá se fue de viaje y yo me quedé dormida y tú llorabas y llorabas y me pasabas la voz porque tu lechera tocaba la puerta y yo no escuchaba, con qué desesperación me llamabas...perdón me maullabas, a veces sentía que me hablabas, entendía lo que significaba cada maullido, y cuando desperté Joshy? Parecías reclamarme porque casi te dejo sin leche me llevabas a gritos hasta la puerta (porque más que maullidos eran gritos). Recuerdas Joshy cuando aprendiste a orinar en tu caja de arena? A los tres días ya sabías que allí debías hacer tus necesidades, eras mi orgullo Joshy, eras tan pequeñito y ya sabías ir solo al baño. Y cuando llegaba la familia de visita? No había nadie que hablara de ti con tanto orgullo ¿y cuando vieron que ibas solo a orinar a tu caja siendo tan pequeño? ¿y cuando vieron que sabías reconocer la hora en que llegaba tu leche? ¿y cuando vieron que sabías llevar tu juguete a donde ibas? ¿ Cuando te echabas en la ventana y la gente que pasaba se paraba a admirarte? Nunca me sentí tan orgullosa porque yo te había enseñado todo una sola vez y tú lo habías aprendido todo.
Recuerdas que nos la pasábamos echados en mi cama? Tú jugando conmigo y yo viendo tele. Recuerdas cuando me mordías y arañabas y luego pasabas tu lengüita áspera por mis heridas? Cómo me gustaba sentir tu pequeña lengua áspera dándome cariño, solías lamer mi mano, mi cara, y hasta mi cabello Joshy. Y recuerdas también la primera vez que tuve que dejarte porque empecé a estudiar en la PRE? No te imaginabas cómo me sentía, te veía por todos lados Joshy, quería llevarte a mi salón y verte jugar allí, ¿me creerás que lo pensé? Te extrañaba horrores Joshy hasta ganas de llorar me daban de pensar que estabas solo en casa y que no tenías con quien jugar, ay Joshy sentía que no te podía abandonar, no era justo Joshy, tú me acompañaste en esos momentos en que...tú sabes bien cómo estaba Joshy y ahora no te podía dejar, pensaba en ti toda la clase escribía tu nombre en mi cuaderno y hacía corazones Joshy, llegaron a creer que se trataba de un chico Joshy jajaja pensaban que eras mi enamorado jajaja que mentes retorcidas no?. Pero me fui acostumbrando Joshy, mamá me contó que sólo dormías toda la mañana porque no había quien te hiciera caso. Recuerdas que dormías en el mueble chico Joshy? y allí te encontraba cada vez que regresaba de la PRE, te despertaba para saludarte Joshy, parabas rosadito de lo calientito que estabas. Y cuando me compraba mis chocolates? Tenía que esconderme de ti porque no me dejabas comer si no te daba a ti también, me escondía y era lo más silenciosa que podía para abrir mi chocolate, pero tú Joshy, ¡vaya si tenías oído!, me descubrías siempre tratando de comerme el chocolate sola, pero no lo hacía por egoísmo Joshy lo hacía porque era perjudicial para ti, sabes que te habría comprado uno entero para ti solo. Cuando empezaste a comer sólido Joshy? Solo te daba pan porque no quería que te enfermaras, pero tú querías comer más Joshy, pero lo mejor de todo fue que no te gustaba el pescado, cada vez nos parecíamos más Joshy y cada vez te quería más, todos decían que eras un gato raro pero a mí me gustabas por eso ¿por qué tendrías que comer pescado sólo por ser gato?, ¿por qué tendrías que ser cariñoso siempre sólo por ser gato? Tú no eras así Joshy, tú eras soberbio, altanero y con justa razón, tú acariciabas cuando querías y no cuando otros quisieran, tú no te dejabas acariciar por quien no conocías, tú sabías distribuir tu cariño. Y eras muy rebelde Joshy, si te quería dar un manotazo para que no te acerques a algo o para que ya no me muerdas tú ya tenías tu patita levantada también para arañarme, eso me gustaba Joshy, que supieras defenderte solo.
Recuerdas la vez en que te perdiste Joshy? Yo lo recuerdo bien Joshy, no comía no dormía pensando en ti, sólo lloraba todo el día Joshy. ¿Por qué saliste a la calle travieso? no te imaginas ¡cuánto me hiciste sufrir!. Cada vez que regresaba de la PRE y veía el mueble vacío no te imaginas el dolor que sentía, cuando pensaba dónde estarías, cómo te tratarían me preocupaba mucho Joshy, eras muy pequeñito aún, necesitabas que te cuiden, necesitabas que te llevaran tu leche a las siete de la mañana, que te dejaran dormir en la cama por las noches, poder disfrutar de los muebles durante el día, que no te dieran pescado, que te dieran tu baño cada fin de semana. Pero lejos de mí quién haría eso por ti Joshy y de sólo pensarlo se me iba el apetito y caían las lágrimas de mis ojos, no existía persona más triste que yo en esa casa y todos se dieron cuenta, mi mamá se compadeció de mí y te buscó por el vecindario, nadie sabía de ti, todos te vieron llorar por las calles y que alguien te llevó pero nadie supo quién. Ahh Joshy qué martirio para mí pensar que no te volvería a ver, pasaban los días y perdía las esperanzas, me decía a mí misma que no podía estar así por un gato y me avergonzaba de la depresión que pasaba por ti Joshy, no le conté a nadie que estaba así por ti, tenía miedo de las burlas Joshy, nadie entendería lo que tú eras, ni siquiera yo lo tenía claro, qué tonta fui Joshy por avergonzarme de quererte tanto, era muy joven en ese tiempo pero me sentía lo suficientemente grande para no llorar por un gato, si tuviera la oportunidad lo volvería a hacer Joshy porque no lloraba porque ya no estuvieras conmigo ya sé que nadie es eterno, lloraba porque eras muy pequeño y casi te habían arrancado de tu hogar eso no lo decidiste tú Joshy, tú aún necesitabas de mí, así no se puede dejar ir a alguien Joshy, eso no es justo. Cuando pensé que ya no volverías me di cuenta que no podía estar así sin comer, ni dormir y llorando todo el día y decidí estar mejor pero cuando sentía que estaba mejor soñaba contigo Joshy y mis sueños parecían tan reales que despertar era una tortura para mí, lloraba de desesperación porque te había visto, te había soñado y estabas cerca de mi casa, eran como sueños premonitorios Joshy porque te hallabas muy cerca de mí. Una vez Joshy cuando empecé a sentirme mejor, escuché la que sería tu canción siempre, me la pasaba escuchando todos los días ese disco pero justo ese día sentí la letra “donde se duermen tus ojos chinitos cariño bonito por dónde andarás siento que viene tus pies chiquititos, cariño bonito, cuándo volverás, duele tu ausencia cuando estoy solito, cariño bonito ven, ven te quiero más y si no sabes que te necesito pasa un ratito por mi soledad...” cómo no llorar con esa letra si era especialmente hecha para que te la cante yo, era mi lamento. Pero un día Joshy regresé de la academia y estabas tú en el mismo mueble, en el lugar de siempre durmiendo como siempre, no lo podía creer Joshy (aunque te confieso que siempre miraba al mueble a ver si alguna vez te encontraba allí) estaba sorprendida parecías ser tú pero algo no me dejaba reconocerte. Tenías una cinta azul en el cuello y estabas más grande, había pasado exactamente 8 días y habías crecido un montón, ya no eras mi pequeñito, te cargué y pesabas más, no jugabas mucho no reconocías algunas cosas, te besé y olías a pescado, habías empezado a comer pescado para no morir de hambre, pero ya estabas conmigo nuevamente y tendrías lo que quisieras. Me quedé mirándote unas horas sin creer que eras tú Joshy, estabas muy aturdido poco a poco empezaste a reconocer todo y yo te empecé a reconocer también, estaba muy feliz y con mucha hambre. Luego me contaron que la persona que te llevó te dejó sin comer y que te pasaste a la casa de su vecino y que allí te tenían arrumado como un bulto dándote de comer sobras, y estabas todo sucio lleno de pulgas, menos mal que de vez en cuando te parabas en la entrada de ese sucio callejón y una señora te vio y se lo dijo a mí mamá que pasaba todo los días preguntando por allí, estabas cruzando la calle Joshy estabas tan cerca todo ese tiempo, pobre de ti Joshy lo que sufriste con esa gente. Mi mamá no te podía reconocer de lo sucio que estabas, no parecías blanco me dijo, te reconoció por tu mancha en la cabeza, eras único Joshy, inconfundible, también me dijeron que estabas lleno de pulgas y que lo primero que hicieron fue darte un baño y despulgarte para que yo no te viera así. Me habría muerto de la pena de ver lo que habían hecho contigo Joshy, menos mal que no te vi así, menos mal que no me lo permitieron, te habían quitado la cinta por eso te pusieron esa cinta azul que no te quedaba bien porque ya estabas muy grande Joshy, preferí tenerte sin cinta al fin y al cabo eras ya inconfundible con tu detalle en la cabeza.
Ya estábamos juntos otra vez Joshy, ya tomabas tu leche en la mañanas como siempre y dormías conmigo y jugabas con tus juguetes y orinabas en tu caja de arena, y recibías tu baño cada fin de semana. Lo malo fue que aprendiste a comer pescado Joshy, pero sé que fue por supervivencia, pero hasta para comer pescado eras especial, no comías pescado crudo sólo cocido y desmenuzado.
Recuerdas Joshy cuando empezaste a crecer y ya no te dejaba dormir encima de mí? me faltaba el aire Joshy estabas más grande y más pesado, pero te echaba a mí lado, aunque tú siempre quisiste dormir encima de mí, buscabas la manera de dormir sobre mí y trataba de aguantar tu peso Joshy pero me cortabas la respiración. Un día dormía boca a bajo y sentí un peso horrible encima de mí cuando dormía, fue tan pesado que me desperté, y eras tú Joshy que ya estabas encima de mí. Recuerdas cuando amanecíamos abrazados Joshy? Mi mamá me gritaba porque me haría daño dormir contigo, qué daño podría hacerme Joshy más daño me hizo no dormir contigo nunca más. Recuerdas cuando conociste a Laica? La pobre era muy buena y te aguantaba todos tus juegos. Dónde estuviste cuando la enterré? Ese día no quisiste consolarme Joshy te fuiste y me dejaste, tal vez estabas algo celoso, pero yo necesitaba tenerte conmigo, tenía miedo de enterrarte algún día a ti también. Y cuando llevé una perrita siberiana a casa? Estabas muy molesto Joshy, te erizaste todo y la mirabas con recelo, no pudiste más y le diste un manotazo en la pierna, cómo lloraba la pobre del susto, pero tú sólo la tocaste no le hiciste daño, tú no le harías daño a nadie. Recuerdas cuando empezaste a cruzar a la casa vecina a jugar con el perro del gordo? Eras tan valiente, no le temías a los perros y hasta a ellos los conquistabas, ese perro se acostumbró a ti aunque eres muy fastidioso Joshy y un día te llegó a morder el muslo, yo no me había dado cuenta hasta que te vi cojear y maullarme como si me dieras las quejas, ya se acercaba mi examen de admisión no podía ocuparme de ti Joshy, por eso no me di cuenta pero apenas te vi te di tu pastilla para el dolor y procuré que no caminarás justo ese día tenía que viajar Joshy faltaba unas semana para mi examen de admisión, no sabía qué hacer no quería dejarte enfermo, lo primero que hice al llegar fue llamar a casa para saber de ti, me dijeron que estabas mejor Joshy pero no lo creía, tenía que verte. Cuando iba a verte me recibías como si me hubieras extrañado, ¿me extrañabas Joshy? ¿sabías lo que era eso? Yo sí te extrañaba, pero no te voy a mentir sólo pensaba en mi examen y en otras cosas que me pasaban, no pensé mucho en ti, hasta había decidido quedarme en la otra ciudad sin pensar que ya no te vería, pero tu foto la llevaba a todos lados Joshy, eras mi adoración a pesar de que no pensé en ti. Recuerdas cuando volví a casa a dar mi otro examen? No pasé el anterior Joshy pero estaba bien. Recuerdas cuando corriste como un loco por el susto que te dio mi mamá con sus gritos porque había ingresado? Pobre de ti pensaste que te botaba de mi cama, pero ella estaba muy feliz como para hacer eso, ella era la más feliz, tal vez la única que estaba feliz de que ingresara en tercer puesto jejeje ¿qué orgullo no Joshy? Pero tú sabías porqué estaba triste, porqué no podía alegrarme, tú estabas conmigo en esos momentos Joshy, tú me veías triste y te quedabas a acompañarme, ¿sabías que necesitaba compañía no Joshy? No entendía cómo podías saberlo. Recuerdas cuando lloraba? Creías que mis lágrimas jugaban contigo y la tocabas con tu patita, me hacías reír Joshy, ¿cómo podía estar triste teniéndote conmigo?, pero siempre fui así Joshy, tenía una tristeza de no sé qué, y tú siempre conmigo en el momento justo, ni los científicos más prestigios podrían explicarlo pero yo sé que sabías reconocer cuando estaba triste, y me mirabas y te acercabas a mí más cómo consolándome. Cuando entré a la universidad te descuidé un poco Joshy, pero ya estabas grandecito para cuidarte solo. Ya no te daba las atenciones de antes, pero Joshy, ya no podía dormir por las tardes en el mueble contigo, pero lo hacía en cuanto podía. Sé también que dejé de bañarte con la misma frecuencia, pero te desquitaste de eso Joshy ¿recuerdas los arañones y mordiscos que me dabas por la falta de costumbre al baño?. Recuerdas cuando jugábamos y me mordías como un loco?, te gustaba despeinarme y morderme la cabeza, eras terrible Joshy lo hacías a propósito aprovechabas mientras veía los vídeos que alquilaba de ese dibujo que me gustaba tanto.
Y cuándo jugabas con mi hermanita? Eras tremendo Joshy, querías demostrar que tú mandabas allí y te encrespabas toditito y la hacías retroceder, cómo te gustaba verla gritar y que se corriera de ti, y cuando ya estaba escondida volvías a echarte al mueble, y ni que se le ocurriera pasar de nuevo porque otra vez la hacías retroceder ¿y si no quería retroceder más? su arañazo y su mordisco por rebelde. A veces hasta a mí me hacías eso, pero ese juego era con ella, ella te provocaba y ahí salías tú, el rey de la casa a demostrar su poder, hasta que mi mamá se cansaba de ver que mordieran a su hija y terminaba el juego de un manotazo en tu muslo, cómo corrías y te resentías Joshy, humillado por tanta falta de respeto, con ella no podías Joshy ella te daba de comer, entonces te ibas por los techos para que nadie te viera derrotado. Y cuando llegó ese perrito chillón a casa? No te gustaba ese perro no Joshy? Te molestaba que fuera tan efusivo y tan alocado, ¡mira que venir a quitarte tu espacio! Ni siquiera respetaba nuestro espacio ¿recuerdas Joshy? Nosotros solíamos subir al techo, yo te veía jugar al sol sentada en la sombra, pero ese perrito Joshy hacía un escándalo cuando estábamos arriba, a veces me daba pena Joshy por eso le enseñé a subir, pero a ti no te gustó la idea ¡y había qué ver tu cara de molesto cuándo él subía! Yo conocía muy bien tu cara de molesto, se te hacían surcos en la cabeza y tus orejas se inclinaban un poco, era inconfundible esa cara Joshy, hasta que no soportabas más sus efusividades y optabas por corretearlo por todo el techo, él pensaba que jugabas y te seguía el juego, se escapaba de ti Joshy pero en cuanto podías alcanzarlo le metías su arañón en la pierna, la escena en la que tú corrías con todas tus fuerzas para alcanzar al perro me recordaba a las imágenes del Discovery Channel, eras todo un felino Joshy.
Las clases se pusieron más duras Joshy, ya no pasaba mucho tiempo en casa, me contaba mi mamá que mirabas el reloj, como si esperaras que llegara. Y cuando llegaba Joshy? Me recibías con un beso en la nariz, ya habías aprendido a recibir así a todos, eras tan adorable, cada vez que alguien entraba tu corrías y te trepabas en el mueble más cercano a la puerta y levantabas la nariz, yo siempre ponía mi nariz en la tuya Joshy. Ya estabas bastante grande Joshy te habías adueñado del rincón de un mueble, ni las visitas te podían sacar de tu mueble. Y recuerdas cuando mi mamá te gritaba porque como ya sabías perderte por los techos regresabas todo sucio y ensuciabas la manta blanca del mueble?, eras terrible Joshy, ¿dónde te metías? Eso siempre será un misterio en ustedes. Y cuando me iban a visitar por las noches mis amigos? Cómo te molestabas Joshy y no querías que estuviera afuera conversando, y si dejaba la puerta entreabierta tus patitas no me dejaban en paz de tanto que me tocaban, pero no querías salir porque ya lo había intentado, querías que yo pasara Joshy, pero yo quería conversar y tenía que cerrar la puerta para que no me molestaras Joshy y escuchaba tus maullidos y tus gritos detrás de la puerta, pero tenías que cansarte en algún momento Joshy, no me podías hacer eso, yo también tenía derecho a conversar con mis amigos, pero tú por curiosidad, por celos o por no sé qué no te dabas por vencido y un día me hiciste sentir vergüenza no sé porqué, mi amigo te descubrió mirándome desde el techo Joshy, no soportaste que te cerrara la puerta y subiste al techo a mirarme, mi amigo se fue Joshy le dio pena que sufrieras por mí y tú bajaste a esperarme en la puerta, ¿y cuando entré? Ay Joshy ni mi madre me gritaba como tú, maullaste tan fuerte que hasta mi mamá se dio cuenta que estabas molesto y se río. Y aquella vez en que traté de llamarte la atención? No recuerdo que fue lo que hiciste Joshy, pero si recuerdo que pensé que eras muy inteligente y quise hacerte entender que no debías volver a hacerlo y con la voz más enérgica que pude traté de hacerte entender que no debías volver a hacerlo, ¿pero tú Joshy, qué fue lo que hiciste? Maullaste tan fuerte que no me dejaste hablar y cada vez que intentaba hablar volvías a maullar tan fuerte que no me dejabas continuar, no querías escuchar nada Joshy eras muy rebelde, quién podría enojarse contigo Joshy? Sólo me reí y te llené de abrazos y besos. Y cuando cumpliste un año Joshy? justo estábamos solos, sólo yo te saludé, pero cuando mi mamá volvió de su viaje después de tanto que le reclamé te trajo un quequito, algo simbólico Joshy, porque la verdad es que tú no entendías nada de eso. Recuerdas cuando empecé a llevar a mis amigos a ver películas, ya estábamos un poco descansados de la universidad, fue la primera vez que no fuiste el centro de la atención y que nadie elogiaba tu belleza y tus ocurrencias, no te sentías a gusto Joshy, te sentías humillado, no sé a quien le dolió más si a ti o a mí. Pero yo los entendía Joshy a ellos no les importaba lo importante, ¿porqué crees que me sentía tan mal cuando entré por primera vez a ese salón Joshy? No tenía con quien hablar sólo una vez intenté hablarles de ti Joshy, me di cuenta que no les importaba, pero no eran malos, ellos nunca supieron lo mucho que significaste para mí y menos mal que no lo supieron porque cuando ya no estuviste conmigo nadie me llenó de preguntas, el dolor fue sólo para mí, no lo compartí con nadie. Ah Joshy nunca olvidaré la humillación que te hicieron pasar los locos de mis amigos cuando te empujaron y te botaron de tu mueble Joshy, de “tu” mueble, sólo porque eran mis amigos no dije nada Joshy, pero cómo me dolió que fueras el centro de las burlas, tal vez por eso luego nunca quisiste quedarte en la sala cuando ellos llegaban.
Ahhh Joshy no había ni hay ni habrá nadie que quiera a un gato como yo, yo no te quería por caprichos ni engreimientos, yo te quería porque eras justo lo que necesitaba pero si algún día decidías irte yo no iba a llorar por eso, te dejaría ir, la vez en que te perdiste fue distinto fue por otra cosa, ya te lo expliqué Joshy, pero yo no te quería de manera egoísta ¿recuerdas la vez en que te fuiste de casa? No dije nada Joshy, no entristecí, porque ya estabas grande y te habías ido por propia voluntad, era la ley de la vida Joshy no podías estar siempre conmigo eso lo sabía, sabía que eras libre y a pesar de que hubiese querido que estuvieras siempre conmigo no era egoísta, no pretendía que fuera así, respeté tu decisión e hice oídos sordos a los comentarios maliciosos sobre que eras un ingrato. Pero Joshy al cuarto día volviste, volviste extrañándonos a todos, regresaste porque quisiste volver, viviste lo que tenías que vivir y volviste porque nos extrañabas, sé que nadie lo creería pero nos extrañabas se notaba en tu saludo y cómo apenas llegaste a la 6 de la mañana fuiste a la cama de todas a saludarnos a cada una de nosotras, estabas cariñosísimo Joshy no parabas de ronronear y de rozar tu cabeza en nosotras y a mí no me importaba donde habías estado, sólo me importaba que sabías irte y que también sabías regresar y que ya nunca más te irías de nuestro lado. Fue el mayor acto de desprendimiento que tuve Joshy y supe que si la primera vez lloré como una niña por tu perdida no fue por capricho. Ya habíamos tirado tus platos Joshy, pensamos que no volverías a veces me ponía algo triste cuando sabía que ya no estabas, pero no me sentía mal.
Y recuerdas Joshy que habías aprendido a pasar más tiempo con mi mamá ya que yo casi no paraba en casa? Ella no te dejaba dormir sobre ella así que aprendiste a dormir a sus pies, y cómo la acompañabas Joshy hasta que terminara de ver su última novela, a veces sentía celos de que la quisieras más a ella Joshy, pero sólo era a veces, estaba feliz que tuvieras quien te cuidara en mi ausencia. Eras muy tierno Joshy cuando le preguntabas con un maullido a mi mamá si ya se iba a dormir, y si ella te decía “voy al baño” continuabas durmiendo a los pies, pero si te decía “vámonos a dormir” tú corrías detrás de ella hasta su cuarto y nuevamente te echabas donde siempre te permitía dormir, a los pies de la cama. Era la rutina de los dos y a mí me gustaba que te llevarás bien con ella.
Pero un día Joshy, en vísperas de tu cumpleaños, faltaban días para tus dos años, sucedió algo y yo no supe que hacer para defenderte, quedé desarmada. La persona que alguna vez te encontró para que no sufriera te arrancó de mi lado para siempre, tú no tenías la culpa de nada Joshy, tú no sabías lo que hacías, pero yo no supe como protegerte, me hicieron entregarte, aún recuerdo tus ojos Joshy, cómo me mirabas con miedo, cómo preguntando qué pasaba, tus ojos desesperados como presintiendo lo que iba a ocurrir y yo sólo lloraba Joshy porque no sabía qué hacer, decían que era lo mejor y yo te abrazaba y lloraba y ya sin fuerzas, para protegerte, tuve que entregarte, no sé porque no pude pensar en una solución, estaba bloqueada no podía pensar en nada sólo mirarte y llorar, vi como te llevaban y tú tratabas de escapar y me mirabas como pidiéndome ayuda. Pero te castigaron injustamente, por un solo error olvidaron todas las cosas bonitas que vivieron contigo, tú no sabías lo que hacías, tú no entendías porque te castigaban, tú pensarás que no te quisimos, pero yo sí te quise Joshy yo sí te hubiera perdonado. Los seres humanos son gente que todo lo hace al revés, perdonan a gente que hace daño sabiendo que lo hace y no te pudieron perdonar a ti Joshy que no razonabas, los que razonan y a pesar de ello hacen daño son los que deberían ser castigados, no tú Joshy eras muy inocente sólo actuabas por instinto. Todos te criticaron, ¿pero ellos?, ¿cuántos errores han tenido siendo animales superiores? Y a pesar de ello se sienten lo suficiente puros para juzgar a alguien como tú Joshy, tan puro, tan tierno, tan inocente. No quise saber que hicieron contigo Joshy, por ahí me enteré que te regalaron a un niño no sé si es verdad o si tal vez te botaron como cualquier cosa. Todos en casa sabían lo que tú eras para mí y nadie habló nunca más de eso y aún ahora se habla muy poco de eso, y te dejaron de mencionar por un buen tiempo, estaba prohibido decir tu nombre delante de mí o contar esa historia delante de mí, aún cuando lo recuerdo lloro, y creo que nunca dejaré de hacerlo. Mi dolor lo llevé a cuestas sola, nunca nadie supo verdaderamente lo que tú fuiste para mí, tal vez al leer esto tengan una idea, por suerte nadie nunca me preguntó nada, se dieron cuenta que ya no te tenía meses después y si preguntaban les decía que te habías ido de casa.
A veces me preguntaba dónde estarías, si en la casa en que vivías te darían tu leche te dejarían dormir en el mueble y en la cama, te darían tu baño siempre y no permitirían que te llenaras de pulgas. Cuando pensaba en lo poco que gustan los gatos me entristecía pensar que te trataran mal y que no te dejarían subir al mueble. Empecé a salir más seguido no me gustaba estar en una casa donde tú ya no estabas, no me gustaba recordarlo. Ayyy Joshy si mi papá hubiera estado allí no lo hubiera permitido, él me habría ayudado, él era único que me entendió, él también te quería mucho. Recuerdas cuando compraba helado y hacía que te sirvieran en tu plato a ti también? El te engreía tanto como yo, él no hubiese permitido que te expulsaran así como cualquier cosa, en ese aspecto era muy sensible. Aún recuerdo cuando por la tarde después de todo eso, hablaban todos muy despacito para que yo no escuchara contándose lo que había pasado, mi mamá a mi hermana, mi hermana a su hoy esposo, y luego, cuando se lo contaron a mi papá, lo vi triste y se acercó y me dijo que ya no me encariñara nunca más con nada porque iba a sufrir, pero él también estaba triste, él también sufrió. Yo lloraba a escondidas pero creo que todos se daban cuenta, nadie me hablaba tuvieron el tino de dejarme sola en esos momentos.
Un día conversando con un amigo, me tradujo un poco de una letra en inglés y me dijo que lo había escrito un padre a su hijo que había fallecido, la canción me pareció tan linda que fue la segunda canción que sentí como tuya “Sabrías cómo me llamo si te viera en el cielo?, sería lo mismo si te viera en el cielo? Debo ser fuerte y seguir mi camino, porque sé que no pertenezco aquí en el cielo”. No sabía si estabas muerto o no, para mí esa letra significa si aún me recuerdas o si me recordarías después de tanto tiempo.
Olvidaba contar cómo te puse el nombre Joshy, ni siquiera te conocía ni sabías de que sexo eras, pero yo ya pensaba el nombre perfecto, tenía que tener con “sh” en el intermedio para que atendieras más pronto a tu nombre, había descubierto que los gatos volteaban inmediatamente cuando una palabra tenía esas letras juntas, tenía que ser un nombre que fuera unisex ya que no sabía si eras hembra o macho, pero a decir verdad a mí no se me ocurrió el nombre sino a mi hermana pero yo lo aprobé, era el nombre perfecto para ti. Hace una semana fue 10 de agosto, el día en que cumplías años, solía decir que tenías hasta el signo perfecto, eras Leo, mi leoncito, no sé si estarás vivo aún, no sé qué fue de ti, todo ha cambiado mucho Joshy, aún después de ti hay mucha historia por contar, la otra vez le hablaba de ti a mi hermano, de todo lo que hacías y lo que habías aprendido, no me lo dijo pero sé que le gustó y le pareció hermoso lo que contaba, y eso que no vivió contigo Joshy y eso que no te conoció como yo. Sin haberte conocido sé que con lo que he contado de ti muchos ya te quieren, sé que muchos querrán que su mascota sea como tú. Te imaginas si te hubieran conocido Joshy? Tal vez he olvidado muchas cosas, detesto mi maldita mala memoria, pero aún extraño encontrarte en mi cama Joshy durmiendo despatarrado o tapándote la cara para que la luz no te moleste, hasta en eso te parecías a mí Joshy o tal vez yo lo aprendí de ti, sólo que sé que dormíamos igual, enroscados sobre la cama, extraño que me despiertes con tus suaves patitas, despertar y encontrarte a ti esperándome a que abra los ojos, hasta extraño esas cachetadas tuyas cuando me acercaba a molestarte y tú no querías que nadie se te acerque, lanzabas tu patita sobre mi cara, pero sin garrita Joshy porque tú nunca me harías daño, siempre que golpeabas con tu patita lo hacías sin garrita como si supieras que no debías arañarnos. Ahora después de tanto tiempo sólo me pregunto si de verdad las cosas fueron como yo las recuerdo Joshy, si de verdad sentías cuando yo estaba triste y si de verdad te quedabas a acompañarme por eso, si de verdad me querías tanto como para que no te gustara que estuviera conversando afuera de mi casa... no lo sé Joshy tal vez no pueda comprobarlo nunca y tal vez nadie me crea pero siento que fue cierto y que.. ya nunca más se volverá a repetir.

Un perro piensa: “esta persona me cuida, me alimenta y me mima, ¡¡¡¡Debe ser Dios!!!” y un gato piensa: “esta persona me cuida, me alimenta y me mima ¡¡¡¡Debo ser Dios!!!”

0 comentarios